En EEUU, ya por 2001 se empezaba a notar que el marketing más efectivo era el que se parecía o se acercaba a la industria editorial, puesto que se basa en la publicación de piezas útiles e interesantes del sector.
Tuvieron la epifanía cuando se dieron cuenta de que podían apelar a las necesidades informativas de sus clientes y crear contenidos propios, atrayéndoles más que cuando se anunciaban en medios que publicaban los contenidos de otros.
Así nació el marketing de contenidos como concepto, como práctica es anterior, pero han sido los canales digitales los que lo han catapultado. Desde entonces, hubo que buscar canales propios de difusión para apuntalar el exigente trabajo de relaciones con los medios tradicionales. La verdad es que contar historias para acercarse a distintas audiencias, a través de contenidos de calidad, que informen, entretengan y eduquen no nació hace 20 años.
Margarita Prada
Consultora Senior R&A