En esta actividad, cuando te contratan, normalmente es porque las empresas tienen un problema. Algunas veces el problema está detectado, la mayoría de las veces la empresa contratante lo desconoce y nuestro papel como consultores es identificar el problema y buscar soluciones.

Como sabemos, una parte importante de la vida personal y profesional la empleamos en resolver problemas. Advertimos, no obstante que, como diría el mítico empresario norteamericano Henry Ford, “la mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos”, por lo que lo único que nos queda es Actuar, especialmente si de empresas se trata. Esto es: sacudirse la inercia y el miedo a dar pasos.

En consultoría de comunicación no solo importa el resultado, importa mucho el proceso. En Grupo Redondo, al que pertenecemos, sabemos que “los resultados no están escritos”.

Lo que más cuesta trasladar es que hay formas audaces de alcanzar los objetivos y también convencionales, lo que importa es ir paso a paso probando salidas y, en ese proceso, mantener la coherencia de marca para tener margen de maniobra. Cuando menos te facilita descartar y, por qué no, aprender juntos.

Durante ese proceso, los problemas pasan a ser tuyos, sufres con tus clientes y te alegras con ellos, compartes sus frustraciones y alegrías, cuando así lo permiten. Qué sería de este oficio sin el contacto humano, sin el roce diario, sin la complicidad.

No obstante, hay problemas que no puede resolver la comunicación. Sólo puede aliviar, porque las agencias nos movemos en los márgenes de las industrias de nuestros clientes. En cualquier caso, esos márgenes ofrecen contención, orientan y ayudan a delimitar la identidad de las empresas.

Es la necesidad la que agudiza la creatividad y ponerla en práctica es el esfuerzo diario de las consultoras de comunicación, en un entorno en el que no hay recetas que sirvan para todos. Se trata de insistir y apreciar el valor de hacerlo como equipo. Como nos enseñó Schopenhauer, filósofo alemán que ha inspirado a tantos marketers, nuestros esfuerzos creativos no nos llevan a la plenitud, sino que nos ayudan a resolver un problema, para luego aparecer otro y otro.

Obstáculos, desafíos, siempre habrá uno nuevo, compartirlos hace más liviana la carga, más vigorosa la búsqueda de soluciones y más interesantes y constructivas las relaciones con los clientes.

Actúa.

Margarita Prada Zuluaga.

Ejecutiva Senior R&A.